viernes, 9 de enero de 2015

Tropieza con la misma piedra

Levantarte y huir. Ese pensamiento te persigue a menudo, ¿qué piensas hacer? «Caminar». Tropiezas una vez más contigo misma, no tienes a dónde ir. Miras a tu alrededor. Tu habitación en penumbra, tu ropa tirada sobre el sillón y tú... descansas sobre la cama. Cada noche lo mismo. Pero hoy, hoy te sientes liviana. Caminas despacio, no quieres despertar al hombre. Te miras al espejo. «¿Esa soy yo?», te preguntas en silencio. Lloras. La rabia intenta apoderarse de ti, pero la realidad es más grande. Vuelves al lecho sabiendo que no hay escapatoria, pero esta vez no recuperas tu forma.
Hoy sí, hoy eres libre al fin. Ya no tropezarás más con la misma piedra: la muerte vino a buscarte.