― Lo sé, deja de insistir.
― Es sumamente fácil...
― ¡Qué tentaciones tengo! Y es que me he acostumbrado, como el que se toma un par de cafés al día, a tomarme las pastillas a pares. No importa que sean aspirinas o «paracetamoles», no importa...
― Lo que debe preocuparte es la dosis.
― Debe ser letal, sino no quiero siquiera intentarlo.